Nací en el
año 1955, por lo tanto, mi infancia se desarrolla entre los años cincuenta e inicios de los
sesenta. El pueblo ha cambiado, nosotros hemos cambiado, la realidad que nos
circunda no es la misma, vamos es que ni se parece a aquellos tiempos.
Con mi padre, delante de la casa de Filiberto, siempre aparezco con una cara un tanto enfadado, como estar harto de tantas fotos. |
Además, la
infancia permanece en nosotros como una etapa feliz, sin responsabilidades, sin
agobios, donde el juego y la libertad presiden tus quehaceres, donde recibes
continuas atenciones de tus familiares y de los vecinos. Después la realidad no
fue así, pues en el momento de vivirla tuvimos muchas frustraciones, cabreos,
no poder hacer aquello que nos apetecía, prohibiciones, castigos, desplantes,
etc.
La escuela no siempre era agradable, hoy te
habías descuidado y no habías hecho la tarea o, no te sabías la lección que
tocaba y te quedabas encerrado después de las cinco horas de escuela, con la
consiguiente regañina de la madre o el castigo sin salir a jugar. Eran tiempos
en que no había la laxitud de ahora con los niños, había que ser obediente,
sumiso y seguir unas reglas muy marcadas. Como a lo largo de toda la vida, en
la infancia también se daban situaciones empreñadoras, instantes en que
pensabas lo mierda que era vivir y, ansiabas ser grande para hacer lo que te
diera la gana, porque inocentemente te imaginabas que los mayores eran los que
hacían lo que querían y tu codiciabas el momento en que no hubiera nadie que te
castigara o que te prohibiera salir o hacer algo que te apetecía.
Mi infancia topareña acaba muy pronto, con apenas diez años marcho a estudiar a Vélez Rubio,yo que como decía mi padre, aún no sabía vestirme solo |
Reservado, miedoso, vivo una infancia más de casa que de calle, aunque cuando salía era acogido y respetado por los demás, siempre participabade los juegos como uno más del grupo.
Uno de esos
instantes decepcionantes que nos tenían marcados era por la tarde,
anocheciendo, cuando más enfrascado estabas en el juego venía la luz, ese era
el momento en que teníamos que recogernos en casa. Quizás tenga que explicar
que quiere decir cuando venía la luz. En Topares no había electricidad, como
entonces se decía de Sevillana, pero resulta que en 1915 se construye un molino
y para su funcionamiento traen desde Alemania un motor de aceite pesado y,
además de para moler lo aprovechaban para darle luz al pueblo. Así se lo
cuentan los niños de la escuela en 1932 a unos compañeros de Málaga:
Portada de la carta que los niños de Topares escriben a los de una escuela de Málaga |
“… En
frente de la iglesia, un poco más abajo, está el molino que muele el trigo y da
la luz eléctrica. El molino tiene dos piedras que las mueve un motor de aceite pesado
que también le hace andar a la dinamo para la luz.”
Así hacen
una instalación general, a cada casa le cobraban una cantidad según las
bombillas que tenían y cuando se hacía de noche le daban luz al pueblo, el
servicio lo mantenían hasta las doce de la noche en que una señal que consistía
en apagar y encenderla tres veces nos avisaba que pronto nos quedábamos a
obscuras. En las casas se comentaba, ya han hecho las señales, vamos a
acostarnos pues ya sabían que en unos diez minutos dejaba de haber luz en las
casas y en el pueblo. Si todavía no pensaban acostarse se encendían quinqués y
candiles y continuaban la velada. Así es que, por la tarde, cuando venía era la señal que tenían establecida las madres para que los niños nos
recogiéramos.
En nuestro
diario había una serie de normas que teníamos que cumplir. Ya he dicho lo de la
recogida. En verano no podía salir a la calle hasta que el sol no estuviera un
poco bajo y hubiese pasado el calor sofocante. No podía quedarme encerrado en
la escuela por no saberme la lección, ni podía hacer cualquier barrabasada en
el pueblo, así como mostrarme maleducado en las visitas en las que tampoco
tenía que mostrarme caprichoso y rechazar lo que se me ofrecía a menos que mi
madre me indicara que lo cogiese. Tampoco podía llegar a mi casa muy sucio por
haber jugado en la tierra de forma alocada. Estaba totalmente integrado,
participaba de todos los juegos con éxito y cuando salía a la calle siempre
encontraba algún grupo con el que jugar. Eso no quita para que haya sido
reservado como lo he sido toda mi vida, un tanto retraído, nada atrevido, ni
osado, aquello que se decía un chico bueno.
El paraíso perdido de la infancia. "Les neiges d'antan", "el jardí dels cinc arbres"... Los escenarios de la memoria son un filón inagotable de vivencias y de reflexiones. Gràcies, Alfonso!
ResponderEliminarGracias, me gustaría saber quién eres pues parece que me conoces. Llevás razón, a menudo pensamos enla infancia como paraiso, pero a menos que rebusquemos un poco en la memoria noes encontramos con episodios que no nos resultaron tan dulces. Quizás, como se dice, es que nunca estamos conformes con el momento en que vivimos, cuando niños por ser niños, cuando mayores por ir acercándonos a la vejez. Gracias de nuevo.
EliminarPrimer començaré per la primera foto, crec que més que fart de fotos, em sembla que la càmera era un aparell estrany per a tu i que no et feia massa gràcia.😊
ResponderEliminarLa carta i el dibuix de Topares és un tresor que no es pot perdre. I no et puc dir cap nom dels components del grup, em sembla que no et puc ajudar...
Pel que fa a les experiències de quan eres nen, et puc dir que són molt semblants a les meves. Recordo vagament els llums d'oli i les espelmes. Els jocs al "jardinet" i les dues vegades que vaig caure a la font, amb la reprimenda de mumarona al veure'm tota mullada. Les normes no respectades, sempre acabaven en un càstig. I sí, tots ens volíem fer grans per fer-ho tot, tot i que a mi em va durar fins fer els 18, després ja no era necessari córrer més.
M'has fet recordar moltes coses de quan era petita, fins i tot que era una bona nina, tot i que no tan reservada com tu.😉
Aferradetes i petonets, Alfons.
Paula me alegro que te haya ayudado a regresar a tus años infantiles. Espero continuar la serie, se trata de a partir de mis recuerdos ir recordando también la vida y cómo era el Topares de aquella época, ahora que cada vez más parece que estamos en una aldea universal, toda igual, plana y sin la riqueza que proporciona la singularidad y la diversidad. Graciés Paula i molts petons i aferradetes.
EliminarAlfonso, y de tu corte de pelo no dices nada???? Jajaja Me gustan mucho tus historias de Topares. Un besazo
ResponderEliminarGracias Ana, que alegría ver tu nombre por aquí. Se trata un poco de eso, ir juntando mis recuerdos con lo que era el Topares de entonces. También si piensas un poco en el Válor de hace cincuenta años lo encontrarás muy diferente. Mi pelo siempre ha sido anàrquico y diferente y eso que la Rosario trataba de dominarlo. Ya va siendo más dócil, pero a los cinco minutos de peinarlo ya no hay quién lo controle. Un beso grande y a ver si nos vemos pronto por Válor.
EliminarUnes fotografies i records entranyables.
ResponderEliminarI una coincidència, Alfonso. Som exactament de la mateixa lleva: la del 1955
Jo sóc de juny.
Xavier ya sabía algo de que èramps del mismo año. Hace unos años en un post hablastes de tu cumplpeaños y vi que habiamos nacido en el mismo año, no solo eso, es que somos del mismo mes, yo del 20 de junio y creo recordar que tú eras de los primeros días del mes. Así que cuando te veo en la cima de esas montañas me causas admiración y envidia. Un abrazo de compañeros.
EliminarJo de petita, tot i que era feliç, era una mica inadaptada, dels que Alberto Moravia diu que es poden convertir en artistes. De fet ara sí que tinc molt d'èxit entre els companys d'escola.
ResponderEliminarMolt maco tot el que expliques, i totes les imatges que ho acompanyen.
Helena tengo claro que la infancia es una etapa de formación y como pasan los años te vas dando cuenta que en esa etapa ya se encuentran muchas características de tu vida de mayor. Al final te das cuenta que nuestra vida es un tesoro que tenemos que potenciar. Gracies Helena.
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