viernes, 23 de septiembre de 2016

PARÁBOLA




En la España rural profunda, esa en que las localidades, los pueblos se mantienen con muy pocos habitantes, cuando sus vecinos son en su mayoría pensionistas y los que no, se han apuntado a las subvenciones, cuando solo unos cuantos jóvenes y menos jóvenes luchan por encontrar nuevos caminos, expuestos como todos al error, a la equivocación, pero conscientes de que hay que probar, luchar.




 Digo en esos pueblos nos encontramos siempre con los situados, los que vienen en busca de la tranquilidad, de lo que no se mueve, de lo inalterable, de encontrar lo  mismo que nos dejamos en un  tiempo ya pasado. Los que gozan de buenas pensiones, de edad o enfermedad, los que ya no les importa que el pueblo crezca o permanezca anquilosado, en la vejez, con el único propósito de continuar siendo los reyes, donde la buena vida les pille de lleno, sin la incertidumbre del futuro.






Sin importarles el devenir de las gentes del pueblo, a ellos, jubilados, pensionistas, subvencionados, qué les importa los demás. Solo buscan el pueblo inmerso en la inmortalidad, en la inmutabilidad. No les agrada la diversidad, le es importante la conservación de las familias. Con las limosnas de los domingos ya cubren su conciencia de solidaridad. Pero a la vez buscan la muerte lenta del pueblo para poder sentirse siempre como los privilegiados, con la gracia de vivir sin ruidos, sin sobresaltos, sin otras culturas, sin contaminación, sin oposición, PERO TRISTEMENTE TAMBIEN SIN VIDA



















Fotografías de internet, serán retiradas a petición

miércoles, 7 de septiembre de 2016

topares


Topares, amado, deseado, imaginado, individualizado, disfrutado.
Ondulaciones que te acarician en el calor de la mañana, como en la brisa de la noche.
Caminos abiertos al horizonte, líneas rectas evidentes en las olas de los campos madurados por el sol y bañados, de tanto en tanto, por el agua generosa de la lluvia.
Para así poder transitar de los dorados estivales a los ocres y pardos colores invernales que nos permitan renacer en los primaverales terciopelos llenos del verde esperanzador de la vida.
Caminos que se diversifican hacia todas partes y que en el regreso confluyen todos en una idea, nuestro anhelo: Topares.
Topares, dueño de los sueños. Dibujado en miles de evocaciones de multitud de corazones alejados. Y que permanece siempre quedo, en la espera, aguardando la tornada,  dispuesto a acogernos entre sus brazos y darnos todo su candor

jueves, 1 de septiembre de 2016

UN SUEÑO



Foto de Avelino Ramírez

Los trazos verdes marcan la diferencia entre políticas de impulsar o de ahogar

Hemos llegado al final del verano topareño, desde el 1 de junio me encuentro en el pueblo y aún no sé cuándo encaminaré mi cuerpo hacia las tierras almerienses o de Válor.
Pero aunque físicamente aún me sitúe aquí, mentalmente ya hace unos días que inicié un exilio mental que no sé cuánto me llevará en volver a sentirme totalmente de las cosas y las circunstancias de Topares, a pesar de que  mi corazón añore a cada momentos sus calles, sus aires y sus olores.
Añoro otros tiempos en que en Topares se formaban con enorme ilusión listas al ayuntamiento de independientes, marcando las diferencias con ser de Topares o de Vélez. Independientes porque no iban tutelados por ningún partido y, aún más importantes, independientes porque en sus seres estaba la semilla de sentirse algún día libres de la opresión de un pueblo que nos mantenía atados y olvidados.
Todo era fruto de aquello que siempre nos enseñaban nuestros mayores: “Nunca esperéis nada bueno de Vélez Blanco”, claro que tenían mente y memoria.
Recordaban como tenían que acudir, con sus bestias, a las ferias de ganado de Vélez Blanco, obligatoriamente, para darles esplendor e importancia. Sabían de las manifestaciones de sus próceres cuando en la visita del gobernador de 1965, decían no saber que pedían los de Topares siendo tan ricos, deducción que hacían al ver tanta maquinaria exhibida. Vieron como cuando llegó la hora de asfaltar la carretera, no tuvieron en cuenta los intereses de Topares y asfaltaron desde allí y, qué casualidad, allí era donde estaban sus fincas, cuando a nosotros nos venía mucho mejor que lo hicieran desde el pueblo que nos acercaba más a los otros pueblos.
Qué lástima que la memoria sea tan débil, qué lástima que aquellos que soñaron en independiente ahora trabajen o instiguen a favor de Vélez Blanco. Como puede ser tan fuerte la envidia o la inquina para entregarnos mansamente en las manos que siempre nos han maniatado, para dejar que nos cierren una posibilidad de futuro.
Qué pueblo somos cuando asistimos impávidos a que nos digan que por sus co… (atributo machista) no se pone una lechuga más en Topares. Ni leyes, ni normativas rigen para nosotros, solo los co….. de un señor.
¿Topares, dónde ha ido a parar tu orgullo de pueblo señor?, tu espíritu de libertad, dónde has dejado tu sentido de unidad, dónde vas, despierta y no dejes que nuevos caciques, aliados con los de siempre, nos conviertan en un pueblo subvencionado, en un pueblo sin futuro. Revive tu sentido de independencia, esa idea que nos ha sido transmitida y que nosotros debemos transmitir. Esa ilusión que sabemos imposible pero que nadie nos podrá matar, soñemos, todo cuanto podamos, con un Topares libre, con un ¡¡TOPARES INDEPENDIENTE!!



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