Cuando hace ya años, noviembre de 2011,
inicié esta aventura blocaire, no imaginaba que alcanzaría tanta importancia en
mi futuro.
Siempre he disfrutado con la escritura, lo
hacía dirigido a un solo lector, yo mismo. A lo sumo algún amigo cercano o
Rosario, tenían acceso a aquello que creaba. También el compromiso de colaborar
en revistas locales y programas de fiestas, así como alguna contribución en
presentaciones de semanas culturales, atendiendo a las solicitudes de amigos
que sabían de mis aficiones con la pluma.
Pero llega el momento que alentado por
amigos y especialmente por Rosario, mi compañera; se va creando la necesidad de
intensificar y dar a conocer aquello que hago, sobre todo a partir de mis
colaboraciones con Revista Velezana, cuyos responsables me animan una y otra
vez a ampliar mis producciones.
Casualmente descubro el mundo de los blogs
e inmediatamente me doy cuenta que se ajusta a mis objetivos y a aquello que
busco. En primer lugar dar a conocer la historia reciente de Topares, hablar de
sus gentes, de sus costumbres, de los hechos que han marcado su camino en los
últimos años, de su particular cultura.
Las primeras publicaciones me animan,
comprobar que hay personas a los que les interesa me da alas para continuar. Pero llegamos a un punto
que marca mi vida. Tras dos años de macabra enfermedad y precisamente cuando la
esperanza se asienta en nuestros corazones, el salvaje mal se lleva a mi mujer
en un mes, dejándome sumido en la tristeza y la soledad.
Estos sentimientos me consumen, me encierran en una prisión interior
que me ahoga, cada día que pasa me hundo más en la desesperación. A la vez se
va creando en mí una necesidad de liberarme, de sacar fuera lo que me oprime y
la escritura acude en mi socorro. Como voy publicando aquello que siento, noto
como se va abriendo un nuevo horizonte, paso del llanto permanente de su
pérdida al recuerdo perenne de su vida, a vivir su sonrisa, sus ilusiones, su
delicadeza, su sensibilidad, a sentirla aún viva en mí. A esperar que nuevos
amaneceres devuelvan otro sentido a mi existencia.
El blog se amplía, aparecen las
narraciones, me atrevo a publicar en un libro de relatos, la escritura adquiere
más importancia y va llenando mi mundo interior de nuevas sensaciones. Conozco,
aunque sea en la red, compañeros de fatigas, oficiantes de escritores que como
yo, disfrutan juntando palabras, expresando sentimientos, acercándonos unos a
otros y estrechando nuevas amistades.
Así lo expresaba en mi relato: “Vieja
compañera”: “Un brote de primavera recorrió
su cuerpo, se acomodó delante del ordenador y empezó a escribir: “Gracias por
abrirme nuevos caminos, por descubrirme nuevas ilusiones, por despertar
estrenados sentimientos…”
Y en uno de los recientes post: “Almería”:
“Cada alborada abro los ojos ilusionado
con lo que me deparará el día, en leer palabras dichosas y cómplices sonrisas.
Escuchar la voz amiga, susurradora de vocablos agradables y portadora de
ilusiones compartidas.”
Gracias a ti que has hecho que mi corazón
vuelva a latir con ritmos enamorados, que mi despertar se llene de nuevas
ilusiones, que piense en un futuro compartido y que me emocione con una palabra
tuya, con una sonrisa, con el eco cercano de tu voz.
Ahora marcho a tu encuentro, a llenar
nuestras palabras de amor de aromas y colores, a proyectar mañanas luminosos y
soñar quimeras y fantasías.
Te quiero amor.
Fotografía sacada de internet, se retirará a petición