domingo, 8 de enero de 2012

Reyes Magos

Mañana es el día de reyes. Para nosotros siempre ha sido una fecha mágica, maravillosa. Esta noche esperando la llegado de los magos, en la explanada de la iglesia,  me he acordado de Rosario. Vivía la ilusión de su llegada como si aún fuera una tierna infante, apoderada de un nerviosismo que esos acontecimientos solo producen en los más pequeños, estaría sintiendo la misma ilusión y sensación que los niños y niñas que me rodean esta noche esperando la llegada de sus majestades.
            Esta noche era especial, sin tu presencia, sin tener que esperar tu regalo, yo me hubiera conformado hasta con ropa, a duras penas podía compartir la alegría de los demás, hasta comprenderla. En eso, sin esperar, resulta que los magos de oriente han hecho escala en mi casa. Se han acordado de un pobre hombre que ha perdido el sentido de su vida, y sabiendo que no me pueden devolver aquello que más quería, me han querido manifestar que están ahí para compartir la misma pena, para sentir el mismo dolor. Dentro del regalo con que escribo estas líneas me encuentro con el más grande, el más emotivo, ver que hay tantos amigos que nos quieren, que anhelan verme feliz aún a sabiendas de la tristeza que me embarga.
            Ofreciéndome sus ilusiones, sus afectos, invitándome a participar de sus vidas, de sus inquietudes y sobre todo brindándome su ayuda, a veces callada, pero siempre desinteresada. A la que tú a veces no sabes responder, por tu silencio, por tu soledad, por tu dolor, por tu falta de esmero.
            Esta entrada va especialmente dedicada a vosotr@s con un inmenso agradecimiento, aunque sea en la inexpresiva, porque no sepas o no puedas. Dándote cuenta que estaréis siempre ahí, para cuando os demane acudir en un resorte espontáneo, cariñoso, gratuito. En mi corazón se instala el reconocimiento a vuestro altruismo, a vuestra gratuidad, a vuestra delicadeza, a vuestra estima.
            Y seguro que tú, mi amor, te sientes orgullosa de que nuestros amigos me cuiden así, pues siempre era tu angustia pensar quién nos atendería si faltabas.
            A vosotros y vosotras, gracias por vuestro aprecio, por vuestras atenciones, por quererme como lo hacéis, gracias, gracias siempre
                                                                                                          Fonfo

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...