martes, 27 de diciembre de 2016

CRUDA NAVIDAD

Cuando hablamos del sentido de la navidad, a muchos, les duelen las “sillas vacías” en las reuniones, imaginad cuando ya no se trata de una silla sino es un “trono vacío”.

De tanto cercarte la soledad, llega el momento que solo quieres vivir en singular. Te rodea, te atraviesa hasta acurrucarte en un rincón para hacerte invisible, hasta volverte una molesta niebla, de la que no quieres que haya sol capaz de levantarte.
Cuando pasan tantos días sin sentirte principal, sabiendo que para nadie eres el primero, dejando de ser imprescindible, si es que alguna vez lo fuiste. 
A pesar de la mucha gente que puedas llevar en tu interior, la soledad se adueña de tu destino, se te mete dentro y nunca se va. Te absorbe y te liquida para transmutarte en un ovillo perdido en cualquier rincón de tu existencia.

Al final piensas, para qué tanta gente, si la única que me despierta está ausente.

9 comentarios:

  1. Vista desde la mesa de la comida de Navidad, la vida empieza en una trona infantil y acaba en un silla de ruedas. Entre una y otra hay cambios de posiciones, una mejora generacional que empieza en la incómoda silla de tijera, allá abajo, en la extensión de la mesa; continúa en el asiento frente a una pata de la mesa; y algún día, después de debutar en casa del suegro, culmina en la cabecera de la mesa. Por detrás vienen empujando otras sillas, y por delante van quedando sillas vacías. El primer año de la silla vacía, la Navidad duele. Después, el dolor se va amortiguando, aunque no podamos evitar repasar las alineaciones de cada 25 diciembre. Celebramos la Navidad en mundos que ya no existen, pero fueron los nuestros y los queremos, igual que siempre amaremos a los ocupantes de las sillas vacías." (Antoni Bassas)
    Feliz año nuevo, Alfonso!

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    1. Ramon palabras muy verdaderas, podemos pasar la película de nuestra vida a través de muchas situaciones. Esta visión desde la mesa de navidad me gusta, por real.
      Gracias Ramon. Feliz año para ti, Encarna y los tuyos.
      Recuerdos a la gente.

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  2. Imprescindibles para nada ni para nadie.
    Hablamos de soledades como si no tuviéramos nada que ver. Algunos la buscamos, sin reflexionar mucho en todo lo que implica. Para otros, desafortunadamente, les viene impuesta. Ni la una ni la otra en su totalidad son buenas amigas y tanto una como la otra, al final, son la misma...
    Las ausencias son dolorosas, especialmente cuando una va cumpliendo años y queda en primera línea de fuego. Los hijos mayores, los amigos haciendo sus vidas, los vecinos desconocidos...nuestras manías. Y en ese sentimiento nos vamos haciendo pequeños, aferrándonos a nuestros recuerdos, a todo aquello que en un momento nos hizo sentir "vivos"...nos consumimos soñando en un futuro cada vez más corto, sin pensar que cada segundo, cada ahora, es lo que realmente es la vida. Todo aquello que dejamos para un mañana que quizás no llegue nunca, sólo son sueños.

    Un abrazo., Alfonso.

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    1. Auténticas palabras las que escribes, pensamientos que en la mayoría de los casos los tenemos presentes y claros. Pero, a pesar de todo, la soledad nos rodea, se apodera de nosotros y se va cuando toca, como ha venido, sin preguntar ni razonar. Pero llevas razón, tenemos que seguir viviendo y vivir con toda la intensidad que nuestras circunstancias nos permitan.
      Gracies Paula i molts bessets

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  3. Veo que estas fiestas te traen recuerdos tristes, pero es ley de vida unos se van y dejan paso a otros a los que también querremos mucho y a veces no hay sillas vacias sinó que sus ocupantes ya no son los mismos...
    Pero los días señalados pasan y no se porquè la soledad parece que no nos duele tanto...
    Pero la vida sigue y debemos agradecer que los buenos recuerdos sigan estando ahí!
    Besitos.

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    1. Cada persona vive determinados momentos de forma diferente. Cuando llegan determinados días que has vivido con intensidad anteriormente y te falta esa otra persona, la añoranza se hace más patente y dolorosa. Pero llevas razón, hay que seguir queriendo a los que nos rodean y seguir viviendo con intensidad.
      Gracies M. Roser. Petonets.

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  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  5. Me he liado con el otro blog y lo había escrito en catalán.
    Transmites una tristeza honda, Alfonso, y este año precisamente te entiendo mejor que nunca. Lo haces con una prosa poètica que llega al alma, aunqué tu solo hayas querido expresarte.
    Un abrazo y que el año nuevo sea mejor!

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  6. Gracias Teresa. Los deseos de un año mejor que sea para todos. Y a veces, también necesitas expresar la tristeza y el dolor, pues te ayuda a superarlos.

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