viernes, 15 de enero de 2016

NOCHE DE ILUSIÓN

A pesar de mi edad, en la que muchos creen que ya no caben las ilusiones de los reyes, cuando llega la noche del 5 de enero, mi espíritu se llena de magia, de quimeras con la llegada de los magos. Los Reyes Magos son los únicos que tienen nombre propio y no necesitan que los numeren para identificarlos.


Presagiando que ya no me toca que me traigan regalos, nunca perderé la ilusión de que en algún momento alguien se acuerde de mí y me sorprenda con el cariño de la generosidad. Los amigos, la familia, el amor, siempre espero de su magnificencia.
Topares es diferente, todo se desarrolla como si de una gran familia se tratase, y esta noche no es diferente, Sus majestades llegan a pie, a través de las diferentes sendas del amor, se reúnen ante todos y se entremezclan con los vecinos como uno más de esa gran familia. Los infantes se acercan confiadamente, reciben muestras de afecto y juntos, cogidos de la mano se dirigen a darles la bienvenida.






Y sí, en Topares también tenemos Reyes Magos, no importa que sean solo 15 o 20 nenes y nenas, ellos también se merecen vivir la ilusión inocente de esa noche, no reparando en mostrar delante de todos la alegría de recibir aquello que esperan, incluso la decepción cuando los magos no han sabido leer acertadamente su carta.




También los grandes miramos con ojos ávidos, mostrando nuestra propia ilusión, participando de la ilusión de los niños o añorando otras noches, a través de los tiempos, que hemos vivido las mismas emociones.

Cuando las majestades marchan a seguir su faena, nosotros continuamos reunidos gozando de la tertulia y disfrutando los juegos y alegrías de nuestros pequeños vecinos.

6 comentarios:

  1. Ya pueden pasar muchos años pero seguimos conservando la ilusión de ese día. Quizás al ver la inocencia en los ojos de los más pequeños, quizás recordando nuestra propia niñez...sea como sea, la noche es mágica.
    Y aún siendo Topares un pueblo chiquitito, sus majestades no se olvidan de él.

    Espero se hayan portado muy bien contigo. ;)
    Bessets, Alfons!

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    1. Y que la ilusión nunca nos falte, Sa Lluna. Es un cúmulo de sensaciones, en esos momentos por la mente pasan tus años infantiles, la de los hijos, la de los niños, también la propia, si es verdad que con los años vamos recobrando la inocencia de la infancia.
      Bueno parece que no he sido muy bueno, pero si he tenido una sorpresa de un rey mago muy especial.
      Bessets Paula

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  2. Me encanta como se viven los reyes en los pueblos...Yo los he visto en tractor , cavallos o a pie y tambíén subiendo a los balcones con una gran escalera! Para mi gusto són mucho más autènticos y los niños viven la fiesta comn especial ilusión , por la cercania, como tu dices...Las grndes cabalgatas, no me gustan, mas bien parecen ruas de Carnaval y los peques no entienden nada...
    Seguro ue tuviste alguna sorpresita, aunque fuera carbón, que està bien rico.
    Besitos y sonrisas.

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    1. Sí, M. Roser, yo también los he visto, en el pueblo, de todas maneras, menos en esas interminables cabalgatas de las ciudades que parecen más carnavaleras que otra cosa. Sabes, tengo la impresión, de que los niños tienen la sensación de que son reyes muy cercanos a ellos, y no quiero decir que los reconozcan, si no que los ven familiares, cercanos, amigos.
      Besitos y un maravilloso año M. Roser.

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  3. Bonito reportaje sobre los Reyes de Topares, Alfonso. Me han recordado mucho los de mi pueblo: sencillos pero importantes. A pie por las calles y por eso más cercanos e íntimos.
    La ilusión por la noche de Reyes parece que tiene que ir por etapas: nosotros de pequeños, nuestros hijos pequeños y nuestros nietos pequeños. Saber mantener la ilusión aún cuando no te encuentras en ninguna de estas etapas es lo mejor que te puede pasar. Un abrazo.

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    1. Gracias Teresa. La magnitud que alcanzan en las ciudades no deja disfrutar como en los pueblos pequeños, donde la sencillez y la familiaridad de las relaciones, los hace entrañables y mágicos. También nosotros, debemos participar siempre de esa ilusión, esperar una sorpresa, un gesto, una muestra de afecto y amor. Es bueno recuperar la inocencia de la infancia.
      Un abrazo

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