miércoles, 28 de marzo de 2012

Balsareny


Cuando yo empecé a trabajar me mandaron a un pueblo de Barcelona, Balsareny. En aquellos lejanos años a los maestros nos enviaban fuera de nuestra comunidad y a los de Murcia nos facturaban mayoritariamente a Barcelona.
                Era la primera vez que vivía solo y además, unicamente respondía como Alfonso, después Alfons, el maestro murciano. Allí empezó a cristalizarse mi pensamiento maduro. En mi mochila cargaba mis experiencias de la Universidad, mi periodo de mili, que me habían aportado muchas inquietudes. Allí viví activamente la escuela,  la cultura y sociedad del pueblo. Así se forjaron mis inquietudes culturales, sociales, docentes, incluso ideológicas. Después llego mi vida con Rosario, que me llenó de ilusiones, de alegría, de atenciones y amor. Mi  estancia en La Alpujarra termina de completar mi personalid. Pero todo sin perder nunca mi norte, mi Itaca particular: Topares.
                Nunca me he arrepentido de volverme a Almería, pues lo hice para fantasear una vida junto a una persona maravillosa, Rosario, que me ha dado todo cuanto soy y me ha colmado de ilusiones, de amor y fantasía. Pero Balsareny ha permanecido siempre en un rincón de mi corazón, que muchas veces compartía con ella. Hablábamos de la escuela, de los amigos, de la riqueza cultural, de mi actividad, así Balsareny siempre estaba presente.
                Fue tanto lo que me aportó Balsareny, que cuando marché tuve la certeza de que tenía que dejarlo posar en mi corazón. No podía avivar la llama de la nostalgia y la añoranza. Si lo hacía sería difícil mi integración en mi nueva vida y haría penosa  la existencia a mi alrededor. Por eso corté, practicamente, todos los lazos de unión, todo lo que hiciera evocar aquello que había dejado. Pero siempre permanecieron, personas y pueblo, en mi interior, a la vez que sabía ciertamente que yo también continuaba en el afecto de aquellos con los que había convivido.
                Desde que empecé a leer el Sarment digital creció en mi el deseo de volver a encontrame con aquella tierra. Decía en otra entrada que cuando te atrapan sucesos tan fuertes y personales, tu sensibilidad y esigencia de ternura se exponencian. Asi  esa exigencia de volver a encontrar los vínculos con las personas que había conocido y disfrutado de su amistad, se volvió absoluta. Al fin una noche vencí el temor y la timidez y me lancé al encuentro de los que siempre estuvieron en mi.
                La respuesta que me habéis ofrecido ha superado mi capacidad de emocionarme, me habéis proporcionado momentos de felicidad y dicha que solo con mi gran estima hacia vosotros, podré, minimamente pagar.
                Hoy soy feliz de comprobar que las personas quieren y aman mucho más que las noticias de cada día nos hacen pensar.
Gracias a todos.

3 comentarios:

  1. Alfons, muchísimas gracias por este escrito y por llevar en el corazón no solo el pueblo sino también las gentes Dices al principio que te facturaron a Catalunya. Yo me he pasado la vida diciendo que a las personas que venían de otras tierras es porque Franco o cualquiera otra dictadura las expulsaba. No se si viniste directamente a Balsareny, espero que si. Si tu supieras como era de cruel la llegada de las gentes de otros sitios. Hoy precisamente hablaban del barraquismo en Barcelona en aquellos años, que no terminó del todo hasta el año 1992, año de los JJOO, como si antes la gente no tuviera el derecho de vivir dignamente.
    En fin digo esto aunque no viene al caso. Solo un poco. Cuando yo era pequeño en la escuela pasó igual. Traían maestros de otros lugares y si quedaba algún catalán que no hubiese huido a Francia lo destinaban a otras ciudades. Divide y vencerás.
    Creo que contigo amigo Alfons, todos tuvisteis suerte. Contigo se unieron dos culturas.
    Muchas gracias por tus recuerdos y por ser como eres.
    Un abrazo.

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  2. Siempre he pensado que nadie puede dejar de llevarse algo consigo cuando se marcha de la tierra que ha pisado, es una forma de acercarnos a los demas, de entendernos, de enseñarnos unos a otros y aprender de todas las cosas que nos unen y tambien porque no de las que nos separan.

    Yo siempre me llevo un pedacito de vida de allà donde voy , tal vez por eso muchas veces me siento en tierra de nadie y soy capaz de transformarme y hacerme a cualquier cultura.

    Gracias por compartir

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    Respuestas
    1. Como avanzo en mi existencia me doy más cuenta que la gran riqueza de la humanidad es su diversidad. Siempre me ha encantado participar de nuevas culturas: Murcia, Catalunya, Almería, La Alpujarra. En su momento me he entregado a ellas en cuerpo y alma, así han ido llenando los rincones de mi corazón, de lugares y personas, costumbres y culturas. He trabajado por comprenderlas, amarlas, valorarlas y difundirlas.
      Todos partimos de un principio y al cual siempre tendemos, hacia el que siempre nos guiamos. Pero en el camino tenemos que ir completándolo de sensaciones, afectos y sentimientos que nos van inundando el corazón y enriqueciéndonos en nuestra propia cultura. Son tan importantes esas aportaciones de otras realidades que sin ellas nuestro interior se quedaría vano, vacío de riqueza.
      Lluis Llac, aprovechando los versos de Kavafis, nos lo recuerda:
      Has de arrivar-hi, es el teu destí,
      Pero no forcis gens la travessia.
      Es preferible que duri molts anys,
      Que siguis vell quan fondegis l’illa,
      Ric de tot el que hauràs guanyat fent el camí.
      Graciès Marta

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