Ya lo decían estas pasadas mañanas los mayores: “Esta tarde puede que caiga una…”.
Ya lo advertían más
convencidos la mañana del domingo, observando lo que mostraba el horizonte de
la Jarosa, o lo que emergía por detrás del Cerro Gordo: “Esta tarde sí se puede
liar una gorda...”.
Ya lo amenazó diez
minutos antes del estruendo el sabio anciano, de cuando los ancianos eran el
signo de la sabiduría: “Hay dos nubes encima que no me gustan nada, nada…”.
Así fue, antes de
darnos cuenta los cielos se abrieron y se precipitaron sobre nosotros, caía
agua y piedra con maldad.
Qué tendrá Topares,
entre las actuaciones caprichosas de las nubes divinas, los que nos quieren
mucho y las cobardes avionetas que parece que cuando nos hacen falta se
esfuman, Topares siempre se queda a medio camino, aparece maldito en su lenta
agonía. Otro año sin cosecha.
Menos mal que siempre
nos deja una luz de esperanza, ese sol tras la montaña que nos dice que a pesar
de todo siempre vendrá un día resplandeciente.
Las fotos son de Antonio
Cruz, magníficas y oportunas, espero que ninguno de esos granizotes haya
escogido tu cabeza para aterrizar.
Y los mayores siempre tienen la razón de su parte. Serán los años de experiencia, la veces que han visto los mismos cielos, o los olores que desprenden las tormentas...será lo que será, pero nunca se equivocan.
ResponderEliminarNos pilló una enorme anteayer, anoche amenazaba con nubarrones negros y densos, viento fresco más de otoño que de primavera. Al final, nada. Ha amanecido con cielos despejados, luce el sol nuevamente y otro día nos aguarda.
Que sea luminoso e intenso para tí y los tuyos.
Besos, Alfonso. ☕😊🌺
PD: Bonitas fotos que reflejan esos momentos.
En mis primeros años cuando hablaba una persona mayor se la escuchaba con veneración, hoy día lo más que se escucha es: "Tú te callas...". es triste la prepotencia que se gasta con los mayores.
EliminarCuando cae el agua y el granizo de esta manera parece que se acaba el mundo, pero la realidad es que al momento puede volver el sol y la luminosidad, así también es un poco la vida, tras la desesperación un so, brillante nos devuelve la esperanza. Que siempre la podamos recuperar.
Moltes gràcies Paula, bessets i bona nit.
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ResponderEliminarCaramba , pues si que es una pena que seáis reincidentes en quedaros sin cosecha...Pero por desgracia poco podemos hacer los humanos para evitar que se desaten las fuerzas de la naturaleza...Los ancianos siguen siendo sabios y predicen estas hecatombes...
ResponderEliminarSiempre cabe la esperanza que el año próximo sea mejor!
Besitos, Alfonso.
Siempre se ha caracterizado al agricultor por pasarse todo el año pendiente del cielo, un tiempo deseando que llueva, después temiendo que caiga "piedra", como se le dice al granizo, el agua sola no es dañina, a estas alturas cuando va acompañada de granizo puede destruirlo todo y, como dices, solo queda esperar a que el año que viene sea mejor.
EliminarMoltes gràcies M. Roser, petonets i bona nit.