En la España rural profunda, esa
en que las localidades, los pueblos se mantienen con muy pocos habitantes,
cuando sus vecinos son en su mayoría pensionistas y los que no, se han apuntado
a las subvenciones, cuando solo unos cuantos jóvenes y menos jóvenes luchan por
encontrar nuevos caminos, expuestos como todos al error, a la equivocación,
pero conscientes de que hay que probar, luchar.
Digo en esos pueblos nos
encontramos siempre con los situados, los que vienen en busca de la
tranquilidad, de lo que no se mueve, de lo inalterable, de encontrar lo mismo que nos dejamos en un tiempo ya pasado. Los que gozan de buenas
pensiones, de edad o enfermedad, los que ya no les importa que el pueblo crezca
o permanezca anquilosado, en la vejez, con el único propósito de continuar
siendo los reyes, donde la buena vida les pille de lleno, sin la incertidumbre del futuro.
Sin importarles el devenir de las
gentes del pueblo, a ellos, jubilados, pensionistas, subvencionados, qué les
importa los demás. Solo buscan el pueblo inmerso en la inmortalidad, en la
inmutabilidad. No les agrada la diversidad, le es importante la conservación de
las familias. Con las limosnas de los domingos ya cubren su conciencia de
solidaridad. Pero a la vez buscan la muerte lenta del pueblo para poder
sentirse siempre como los privilegiados, con la gracia de vivir sin ruidos, sin
sobresaltos, sin otras culturas, sin contaminación, sin oposición, PERO
TRISTEMENTE TAMBIEN SIN VIDA
Fotografías de internet, serán retiradas a petición
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarAlfonso por si mismas tus palabras renacen la concordia, lo razonable y sin lugae a dudas la misma vida.
ResponderEliminarGracias Antonio, solo deseo disfrutar de Topares lleno de vida, con sus silencios y sus ruidos, con sus alegrías y sus penas.
EliminarUn abrazo
Querido amigo,
ResponderEliminarHe de confesarle que tras una de esas búsquedas poco fructíferas por San Google me he hallado inesperadamente en su blog; grato encuentro. Provechosas lecturas que iré desmigando con el tiempo.
Algo en estos últimos posts me inquietan sobremanera. Verá, no comprendo exactamente si se refiere a una situación que se está viviendo en varias de las zonas por las que debido a mi profesión habitualmente transito.
En la antepenúltima entrada, usted señala una foto dónde casi al horizonte se advierte el verdor de una serie de cultivos de regadío. Leyendo la última noto que el significado de sus palabras es totalmente distinto al que advertí en un principio.
Me pregunto por qué se le denomina progreso al hecho de plantar extensivamente y de forma intensiva un cultivo de regadío en una zona de secano. Todo ello en un área tradicionalmente dedicada al cereal. Como casi vecina suya, intuyo que, debido a la sequía, el cereal ya no es en absoluto fructífero y huelga decir que los cultivos precisan de un giro de 180º. Lo que no puedo concebir como coherente es que ese cambio sea a cultivos de regadío; precisamente en una zona donde el agua proviene de acuíferos en mal estado y bastante afectados por la sequía como prácticamente ocurre en todo el sureste español.
Difícil tarea vislumbrar la razón por la cual una persona como usted que dedica un blog al amor por su pueblo, critica dura y peligrosamente a quién prefiere (según su parecer) un Topares de muchas formas y entre ellas sin contaminación, ¿considera progreso el desarrollo económico a cambio de su entorno contaminado y seco?
Sin ánimo de ofender y con todo el cariño, sin ser natural de su pueblo, yo de igual manera estoy de acuerdo con usted en cuanto a la rehabilitación social, cultural y económica de las zonas rurales. Sin embargo, pienso que para la prosperidad económica no es necesaria la destrucción, al igual que no creo que eso sea lo que nadie desee. Conozco otras zonas vecinas para mí, algo más lejanas para usted pero no demasiado y de similares características que ya cambiaron sus cultivos a otros sostenibles para el medio natural. Tal vez la naturaleza los premió por su buen hacer ya que su estilo de vida no ha hecho más que mejorar.
Como gran naturalista conozco cualquier zona que se encuentre a menos de dos horas de la mía propia. Tengamos memoria, recordemos lo que ocurrió no hace tanto con los acuíferos en la Puebla de Don Fadrique por lo cual se interrumpieron los cultivos por un tiempo. Aún siento el desconsuelo de cuando comprobé el verano anterior al ya pasado que ya no existía tal riachuelo en Bugejar.
Querido amigo, intenten un crecimiento libre de deterioros, y verá como nadie se opone a ello. Nunca es conveniente potenciar el odio incoherentemente. Todo sostenible y limpio, entonces y sólo entonces podremos analizar desde el prisma de la psicología social envidias, patriarcados y caciquismos si es que existen.
No dejen que por este paraíso privilegiado suceda lo siguiente: http://web.ua.es/es/actualidad-universitaria/2016/julio16/18-24/el-valle-del-guadalentin-en-lorca-el-lugar-de-europa-con-mayor-hundimiento-del-terreno-segun-estudios-en-colaboracion-con-la-universidad-de-alicante.html
Mire el desastre que muestra el estudio del enlace anterior por esa zona, dónde yo misma he denunciado la existencia de pozos ilegales.
Saludos desde Cañada de la Cruz
Gracias Elsa por visitar estas modestas páginas. El blog no nace en ningún momento con la intención de albergar el debate, así esto que escribo no pretende serlo, como tampoco juzgar el comportamiento de las personas, aunque en algún momento se puede hacer referencia a las actitudes.
EliminarEl agua que hay en el subsuelo también puede ser una riqueza para los pueblos y si ahora tenemos los medios de aflorarla a la superficie, aprovecharla, como se aprovecha la riqueza minera o la pesca.
Si la minería causa contaminación o catástrofes como Aznarcollar, prohibamos toda actividad minera. Si nos llegan muchos productos elaborados en condiciones laborables preocupantes, prohibamos esos productos. Si los coches contaminan y causan ruidos y molestias, prohibamos los coches. Si muchos caladeros corren el riesgo de agotarse prohibamos toda la actividad pesquera.
No se trata de asfixiar y ahogar a los pueblos, cuando si no se remedia caminan hacia su práctica inanición. Se trata de aprovechar cualquier recurso que aparezca para intentar, digo intentar, pues no se asegura la victoria, de inyectarle vida. La segunda parte es que hay que establecer las condiciones necesarias para que esa actividad sea sostenible y lo menos agresiva al medio ambiente posible.
Sinceramente no creo que 10 – 15 – 20 familias de Topares que pudieran rentabilizar el agua del subsuelo sean los causantes del problema de la sequía del sureste ni del cambio climático, pienso que somos más modestos que todo eso.
Estos escritos están hechos con el mismo sentimiento de amor al pueblo que los demás, acuciado por ver que igual, con que solo hubiera variado unos metros la localización del agua, digo igual, no hubiera habido ningún problema.
Reciba un cordial saludo y de nuevo gracias.
A mi me producen una gran tristeza estos pequeños pueblos, antes llenos de juegos en las calles y ahora solo vemos el andar cansado de los abuelos, cuyos hijos se fueron a buscar nuevos horizontes porquè en ellos les resultava difícil sobrevivir...
ResponderEliminarY llevas razón, ahora estan los que vienen en busca de la paz de estos lugares sin importarles su situación y seguramente miran a los lugareños por encima del hombro, porquè a ellos no les faltan posibles...Y todavia algunos se quejan de las campanas que perturban su sueño o de como huelen las granjas de animales...
Ya que disfrutan de las ventajas del lugar seria de justicia que ayudaran al renacer del pueblo, però es tan fácil no ver lo que no se quiere!!!
Buen fin de semana, Alfonso.
Gracias M. Roser. No podías encontrar mejores palabras para apostillar mi idea. Frecuentemente caemos en la tentación de convertirlos en piezas de museo y no nos damos cuenta de que si le quitamos la vida, los despojamos de su esencia.
EliminarPetonets M. Roser
Sr. Alfonso siguiendo un poco la línea que plantea Elsa Rodríguez, comentarle un aspecto de este progreso que se está instalando y que Ud. no aborda. En concreto, las explotaciones de cría intensiva de ganado porcino.Instalaciones que no sólo perturban por el mal olor (como sugiere otro comentario) sino por la contaminación que generan. Hay una creencia un poco equivocada de lo buenos que son los nitratos contenidos en los residuos de estas granjas para la tierra. Al contrario con el tiempo harán que sean menos fértiles. Pero además están contaminado los acuíferos, o no esta el agua de Topares contaminada?.Hasta cuando se puede aguantar una situación así sin que nadie haga algo..Por qué ni los vecino ni los responsables políticos mueven un dedo?Progreso si, pero sostenible y limpio.
ResponderEliminarSaludos.
Sr. Anónimo, sin tener la suerte de usted de poder dirigirme por su nombre le doy las gracias por visitar estas páginas.
EliminarTopares siempre ha sido un pueblo ganadero, el ganado ha estado durante muchos años dentro del mismo pueblo. Hay una plaza que se le conoce como la plaza de las Pulgas, se puede imaginar por qué. De esto no hace tantos años y no había problemas.
El camino no debe estar en asfixiar y ahogar todo intento de encontrar nuevas vías de desarrollo, en no dejar que nada se mueva en Topares, convertirlo, como ya está, en un pueblo subvencionado, donde aún después de quitar el ganado puedes seguir cobrando la subvención por el mismo, y sin ningún reparo.
Fomentemos esas explotaciones, pero a la vez, exijamos las condiciones necesarias para que el impacto medio ambiental sea mínimo y, sí, a veces tendremos que aguantarnos algunas molestias o, no las tienen los que viven cercanos a aeropuertos, a las grandes zonas industriales, a las explotaciones mineras, en las ciudades con los coches, etc.
Como siempre el beneficio vendrá cuando logremos sincronizar las acciones para aprovechar lo positivo al máximo y minimizar lo negativo.
Un cordial saludo
Buen debate!
ResponderEliminarQuizás hoy no sea el día para "plantar" mi opinión sobre el tema, sólo decirte que me apena muchisimo que los pueblos como Topares vayan desapareciendo por intereses de unos cuantos, que siempre son los mismos.
Feliz noche, Alfonso! ;)