lunes, 9 de diciembre de 2013

fantasías

Bruno estaba sentado en la mesa de una taberna, hacía tres años que había perdido a su pareja y no lograba desprenderse de la añoranza.
                Mientras saboreaba su cerveza entra  un grupo, descubre entre ellos a una mujer que atrae su intención. Es de edad incierta pero definida, más cercana de los 50 que alejada, de todas maneras rondando esa plenitud misteriosa.
                Cubrían sus piernas unas medias de malla, negras con grises calados, dejando intuir una piel blanca sin aclararla. Viste una falda corta, verde hoja  cuadriculada con líneas negras.
                Bruno desliza su mirada de cuando en cuando hacia ella, está sentada en un taburete alto frente a él. Su imaginación vuela, el cruce de sus piernas le acerca su piel y siente la necesidad de volver a disfrutar, saborear del suave contacto de dos epidermis que se rozan, se buscan y se adhieren hasta sentirse una sola.
                Sus manos, en su mente, recorren cada uno de sus poros, para descubrir  todos sus rincones, mientras sus miradas se desean. En su quimera aspira sus aromas, escucha sus susurros, sus silencios  para abrir su interior. Localizar su espíritu para saber de su inteligencia, de su amor, de su pasión.

                La recia voz del camarero anunciándole la cuenta le borra la fantasía. Perturbado, alcanza la calle, donde la fría brisa de la mañana le deja  la pregunta de si habría merecido una sola mirada de ella.














Fotografía de internet, se retirará a petición




4 comentarios:

  1. Uy las fantasías!!
    Es una arma de doble filo. Generosas cuando nos dejan "vivir" un sueño, terribles cuando nos despiertan de él.

    Feliz noche!
    Aferradetes :)

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    1. Encantado con tu comentario Sa Lluna. Los sueños nos son necesarios para vivir, aunque la realidad te sonría, no podemos vivir sin soñar quimeras.
      ¡Pobre del que no sea poseído por los sueños de la ilusión!
      Cuando te despiertas, a veces, te da rabia y quieres volver a él, si no lo consigues, a esperar que las musas te vuelvan a visitar-
      Bona nit i bon somni

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  2. Alfonso, que dicha más grande debe ser despertar y acordarse de lo que has soñado. A mi esto no me ocurre nunca. Incluso si no supiera que todos soñamos diría que yo no lo hago. Y si no recuerdo los sueños...reemprenderlos ha de ser el no va más!!
    Una abraçada !!

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    1. Todo tiene remedio Josep. No hay nada como soñar despierto, la acción transcurre como a ti te gustaría, tanto si es lance de amor como disputa o conversación, encuentras las palabras más adecuadas y las respuestas del otro/a siempre son las idóneas para continuar tu exposición, todo sale redondo y llegas a pensar ¡qué bueno que soy!
      ¿El problema? En la realidad resulta que el/la otro/a no te responden como tú te imaginabas y todo el castillo de naipes cae.
      Pero lo más importante es tener siempre sueños, ilusiones, fantasías para llenar nuestra vida de quimeras.
      Una abrazada muy fuerte Josep.

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