Era una profunda
noche de invierno. Habían llegado ese mismo día. Ella, desde cálidas tierras.
Él, desde el frío húmedo del norte. Ella,
buscando la calidez humana de los pequeños pueblos. Él, en su continuo retorno a los orígenes.
Ella,
enfundada en su chaquetón burdeos, cubriendo un jersey rosa, siempre rosa, y su falda negra de
lienzo. Él, acurrucado en su anorak crema, vaqueros y cualquier suéter cogido
al azar. Los dos, botas de caña, ella negras, las de él, marrones.
Unos
amigos los presentan. Inmutables, un leve movimiento de cabeza sella el momento.
Las miradas se cruzan y en ese instante surge la necesidad de conocer que
encaran esos ojos.
Nada
dijo él, solo se dio media vuelta y se encaminó al bar. Su cabeza se lleno de
conversaciones en la noche, de momentos, de amistad, de ilusiones, de un mañana que comenzaba…
Bueno, el primer encuentro no estuvo nada mal ... un cruce de miradas, la mejor presentación.
ResponderEliminarUmm esa espectacular luna, qué bonita toda ella!
Bon dia! :)
los puntos suspensivos están llenos de miradas, ilusiones y mucha vida-
EliminarGràcies i bona nit
Un encuentro precioso...
ResponderEliminarSi quieres que te diga la verdad yo no hubiese estado mucho tiempo en el bar.
A veces me pregunto quien es el que hace este trabajo...al de "presentador" me refiero.
Un abrazo.
Pero él sabía que ella también iría al bar y los pensamientos se harían palabras.
EliminarUn abrazo Josep i bona nit