Se acerca navidad, el final de año, pero aún más importante se
avecina nuestro encuentro. Ese momento en que nos podamos mirar frente a
frente, en que podamos decirnos las palabras que nuestra mente ha ido ensayando día tras día en
nuestra distancia. El momento en que nuestras manos puedan recorrer las
carreteras de la sensibilidad de nuestra piel.
Sí, vislumbramos la llegada de la
navidad, con ella momentos de compañía, de compartir, de recordar
acontecimientos y soñar con un nuevo año cargado de deseos, de ilusiones. Después
de años de soledad ahora esperamos su llegada con la certidumbre de que
compartiremos nuestro amor, de que sabremos que uno está al costado del otro
para hacerle sentir su importancia, para proyectar juntos una vida con futuro,
un futuro con vida y así fantasear nuevos días, nuevas primaveras, nuevas
navidades.
Aquí, hoy, en Topares, al amparo
del calor de la estufa, rodeado del silencio de la naturaleza, sueño con tu
sonrisa, en mi interior se fija la ternura de tu mirada, mi cuerpo palpita ante
la proximidad de tus caricias. Mi piel se eriza
ante la quimera del calor de tus labios y mi vida se alarga hasta el
momento de tenerte entre mis brazos.
Cuando paseo bajo el sol de la
transparencia sacudido por el aire gélido de la mañana, trazo los días en que no
tengamos que separarnos, acaricio las mañanas que al despertar a la vida te
encuentre siempre a mi lado. En todos los momentos que me esperan para
quererte, en todos los instantes que sentiré tu atención, tu delicadeza. Caminando
bajo esta luz acogedora repaso tu disposición a sentir mi amor, en mi vocación
a que me quieras, en mi codicia en quererte cada día más, en tu firmeza para
quererme, pienso en ti, sueño que piensas en mí.
Por eso, ambiciono decirte
gritándolo al mundo entero que te quiero, con todo mi ser. Te quiero como eres
y como no seas. Te quiero sonriente o entristecida. Te quiero cuando me miras y
cuando no te veo. Te quiero cuando oigo tu voz o tus silencios. Te quiero
cuando me besas y cuando no lo haces para que lo hagas. Te quiero en cada
instante del día y en cada soplo de la noche.
Querido Alfonso, me parece extraordinaria tu forma de plasmar sentimientos en un papel, es un gesto precioso hacia la persona amada.
ResponderEliminarDesgraciadamente estamos tan acostumbrados a no hacerlo, que puede sorprender, incluso puede llegar a catalogarse de cursi. Ni una cosa ni la otra, en mi caso. Creo que es muy necesario para todos aprender a decir lo que sentimos en todo momento, de todas las formas posibles y tanto como lo deseemos.
Te felicito por tu sinceridad y me alegra saber y sentir todo lo que tu sientes.
Un abrazo muy cálido acompañado por un besset dolcet ☺
Muchas gracias Sa Lluna por tu comentario.
EliminarTe confieso que después de subir la entrada sentí un poco de miedo de que se tomara por lo que tú dices. De ahí que tus palabras me hayan aportado cierta satisfacción.
Muchas veces vemos bien expresar las penas y sufrimientos, pero no tanto el amor o el deseo y, para mí, también es importante manifestar los estados de ilusión y pasión, así como los sentimientos y las emociones.
Me encanta que lo compartas y comprendas.
Un besset no menos dulce Paula.
Una declaración de amor con todas las de la ley, de un amor que seá duradero porqué lo alimentareis con mucha ternura...Me ha gustadoespecialmente este párrafo
ResponderEliminar" Te quiero como eres y como no seas. Te quiero sonriente o entristecida. Te quiero cuando me miras y cuando no te veo. Te quiero cuando oigo tu voz o tus silencios. Te quiero cuando me besas y cuando no lo haces para que lo hagas. Te quiero en cada instante del día y en cada soplo de la noche".
Que tengas una feliz semana.
Muchas gracias M. Roser por tus agradables palabras.
EliminarA mí también me agradó bastante como quedó este párrafo. Muchas veces queremos a las personas a nuestra imagen y semejanza, y en el amor es importante verlas tal como ella es, no como queremos que sea.
Un abrazo y felices fiestas M. Roser