Laserenidad de su cara siempre me acompaña |
Cuando
escribo esta entrada es 24 de marzo y hace seis meses que se marchó Rosario.
Vivimos muchos años ajenos a la muerte, así,
cuando te atrapa, te zarandea y
modifica totalmente tu vida. Nunca hemos sido amigos de fechas, cualquier día
tenía su importancia. Ahora me afectan y me estremecen, en consecuencia hoy no
ha sido un día nada fácil, insistentemente se visualizaban momentos y
situaciones anteriores. Algunos dulces, dichosos, pero también comparecían los
más duros de su muerte.
Percibimos la vida como si las personas fuéramos
indiferentes al principio básico de los seres vivos: nacen, se reproducen y
mueren. Quizás porque nuestra existencia la elaboramos a base de pensamientos,
sentimientos, percepciones y emociones, desdeñando que también se compone de
tareas y actividades que van consummiendo etapas. Etapas que te acercan al
momento en que tu función, tu misión se ha completado. A través de un amigo me
llega como una niña compara la muerte de su madre, aún joven, a una florecilla,
que brota para marchitarse a los pocos días, una vez que ha esparcido su aroma
y belleza por el campo. Su cometido.
Cuando te sacude la tiranía de
la muerte, tu sensibilidad se dispara. Necesitas sentir el aprecio y la
atención de los tuyos, tus amigos, tus conocidos, incluso de aquellos que no
conoces. Cualquier bocanada de aire de afecto o desafecto altera tu alegría o
tristeza. Así se hace imprescindible a tu alrededor la presencia de la ternura,
la amistad, el cariño, la comprensión.
Solo quiero decir que aún os
necesito, que el dolor no aminora y que ese dolor solo se torna alegría con
vuestra atención y ternura y, con la presencia y amor de Adrián y M” José.
La ilusión de la juventud nos acompañó siempre |
Hola Alfons. La belleza de existir solo es comparable al sentimiento de estar vivo. Cada segundo de vida contribuye a la existencia del universo, a la grandiosidad de toda la creación de la que somos, quizás, la mejor obra.
ResponderEliminarUn abrazo.
Josep. Tienes toda la razón. La vida no es VIDA si no disfrutas la belleza de existir y no aprovechas el sentimiento de estar vivo.
ResponderEliminarLos humanos, a veces, somos tan soberbios que nos creemos que nosotros mismos somos la existencia y la vida, sin darnos cuenta que para existir y vivir hay que compartir, querer, amar, respetar, admirar, disfrutar de los demás y de la naturaleza que nos ha sido dada como regalo.
Muchas veces las desgracias nos hacen conscientes de los momentos que hemos perdido de existir y de vivir plenamente.